Son ya varios conocidos los que me han enviado un sospechoso correo advirtiéndome de los posibles efectos secundarios de Actimel y otros productos. A mí me gusta contrastar siempre la información, más ahora en los cibertiempos que corren. Ya no se lleva la mentira, es mucho más fácil usar bulos. Hay quienes pasan su tiempo libre inventando historias o reutilizando fotos que encuentran por la red para contar chistes, chismes o llamar hijoputa de forma sutil al vecino de enfrente. Por eso, yo de internet ya no me creo ni mi password.
No obstante, he de admitir las muchas ventajas que tiene la www; entre otras muchas, la de quitar la razón al que cree tenerla y no la lleva, o la de desmentir lo que no es cierto. Espero que no os lo toméis mal aquellos que me habéis enviado alguna vez un bulo de éstos. Mis palabras no pretenden ser un tirón de orejas, sino un consejo de amigo. No son buenos tiempos para creerse al primer fulano que abra la boca.
Ah, y con respecto al bulo sobre Actimel, echadle un vistazo a este blog y sus enlaces. Es verdad que Danone, como cualquier otra empresa, vende sus productos con un poco de cuento, pero está claro que no es la única.
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3 comentarios:
Esta claro que internet es capaz de lo mejor y de lo peor. Pero desde luego yo siempre voy con la sospecha por delante con estas cosas.
Échale un vistazo a los comentarios que hacen en ese blog que recomiendas... es de una estudiante de medicina... tampoco es que sea el ejemplo de rigurosidad científica.
Yo de todas formas, seguiré vigilante. La verdad es que en internet hay de todo, pero también a informática es capaz de "casi todo". Trataré la próxima vez llevarme la tarjeta a ve que me dicen en el hotel.
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